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Personas mayores de Bilbao entre los 80 y los 90 años aprenden por primera vez a realizar objetos de cerámica artesanales

Residencia de ancianos. Residencia para mayores y tercera edad en Bilbao Bizkaia y Vitoria Gasteiz Araba
  • Personas mayores de la residencia IMQ Igurco Bilbozar han realizado en el taller de Cocomotora, ambos ubicados en el barrio de Bilbao La Vieja, sus primeras creaciones de cerámica.
  • La iniciativa proporciona a los mayores beneficios tanto desde el punto de vista lúdico, como cognitivo y de habilidad manual.

 

Un grupo de personas mayores de la residencia IMQ Igurco Bilbozar, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, ha realizado en el estudio Cocomotora (calle San Francisco 5, Bilbao), su primera incursión en el mundo de la cerámica artesanal.

Así, cinco mujeres y hombres mayores, entre los 80 y los 90 años, sin ninguna relación previa con esta actividad, han tenido la oportunidad de conocer cómo se trabaja y modela la arcilla, así como realizar por primera vez un objeto de su propia creación.

Ha sido la primera parte de un taller, que se complementará en los próximos días con una segunda sesión, en la que las personas mayores se familiarizarán con las distintas técnicas de decoración de la cerámica. De este modo, adornarán sus creaciones de arcilla con diversos motivos, tras lo cual, las piezas serán horneadas, adoptando su configuración definitiva. También se familiarizarán con las técnicas de esmaltado.

Según destaca Mónica Cuevas, técnica de Animación Sociocultural de la residencia IMQ Igurco Bilbozar, «la iniciativa proporciona a las personas mayores beneficios tanto desde el punto de vista lúdico, como cognitivo y de habilidad manual. Además, es una actividad que se basa en su creatividad artística y que fomenta la integración sociocomunitaria, al realizar el taller fuera de la residencia y dentro del barrio de Bilbao La Vieja, integrándoles como auténticos residentes de los barrios altos de Bilbao. Para los participantes del taller ha sido un soplo de aire fresco en una actividad social y de barrio marcada por la pandemia».