Las personas mayores del centro gerontológico IMQ Igurco Bilbozar, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, haciendo uso de un ocio enriquecedor, disfrutaron de la primera salida al exterior desde que comenzaron las restricciones por el coronavirus. El destino elegido fue el Museo de la Minería del País Vasco, con el que se mantiene un proyecto de colaboración desde hace varios meses.
Tras un año sin experimentar la emoción de las visitas in situ, debido a la pandemia de Covid-19, se recrearon en una experiencia vivencial y motivadora que contribuyó a mantener vivo el talento y la pasión de los residentes, impulsando su autonomía, el ocio comunitario y el envejecimiento saludable.
Tal y como narran desde Bilbozar, «la visita resultó un viaje en el tren del recuerdo donde afloraron vivencias y anécdotas personales y familiares a medida que la guía nos iba conduciendo por los entresijos de la historia de la minería».
Durante dos horas, residentes y profesionales sintieron cómo los ecos del pasado «impregnaban los sentidos, desde la lamentable situación laboral de los mineros con jornadas laborales eternas, el esfuerzo y trabajo de las mujeres como encartuchadoras de material explosivo y compaginando éstos con tareas domésticas, cuidado de los hijos, etcétera, hasta el hospital de Triano, que gracias al Dr. Areilza hizo que las condiciones insalubres de los trabajadores mejoraran».
Residentes y profesionales se despidieron con la promesa de volver a visitar la parte de la mina Arana visible para el público.