Nahia Zamanillo Arresti
Terapeuta ocupacional
IMQ Igurco Unbe
Hemos de avanzar hacia servicios cuyo objetivo sea ayudar a las personas mayores a vivir, ofreciendo apoyos personalizados que contribuyan, desde el respeto y puesta en valor de la diversidad, al disfrute de una vida propia, autodirigida y significativa. Custodiar y sobrevivir no pueden ser los únicos objetivos. Es importante vivir con sentido.
A lo largo de nuestra vida, los días están llenos de actividades cotidianas que realizamos, la mayoría de las veces, sin ni siquiera darnos cuenta. Sin embargo, muchas de ellas dan sentido y contenido a nuestras vidas, y son reflejo de cómo somos cada individuo.
Así, resulta importante que la persona que viva en una residencia, independientemente de su situación, cuente con la posibilidad de estar implicada en el tipo de actividades con las que disfrutaba antes del ingreso.
INTEGRAR LO TERAPÉUTICO EN LO COTIDIANO
Para desarrollar actividades significativas, hay que aprovechar las oportunidades que nos ofrece el entorno en el que se desarrolla su vida. Por lo que es importante crear ambientes y rutinas que promuevan y que envuelvan de actividad todos esos entornos en los que viven, tanto en el interior como en el exterior, como, por ejemplo: la cocina, el baño, el salón/sala de estar, el comedor, el dormitorio, la terraza, el jardín, la huerta, así como también el entorno comunitario. Hay múltiples ejemplos que se pueden aplicar a cada uno de los ámbitos anteriores.
El ambiente creado es muy importante, y para algunas personas que no quieran o no puedan realizar ningún tipo de actividad, va a suponer un gran cambio el encontrarse en ese ambiente en el que ocurren cosas, huele bien, hay sonidos que les son cotidianos, y se habla sobre asuntos del día a día.
Para diseñar las actividades, no hemos de olvidar la importancia de la creación de la historia de vida, la cual nos va a permitir personalizar los cuidados de la persona mayor.
La identificación de lo que es significativo para cada uno, pasa por conocer profundamente a cada persona. Su presente, su pasado, sus aficiones, sus intereses, sus gustos, sus preferencias. Se trata de conocer lo que es relevante, lo que quiere hacer en su vida cotidiana y lo que aporta bienestar a cada cual.
Cuando un usuario es capaz de comunicarnos la información, el diseño de la actividad es relativamente sencillo. La dificultad surge ante la imposibilidad de conocer lo que es significativo para él o ella. En ese caso, será nuestra creatividad, sentido común y capacidad de observación lo que nos guíe para poder obtener esta información. Conocer la historia de vida de los usuarios es fundamental para poder orientar nuestra actividad.
VENTAJAS QUE APORTAN LAS ACTIVIDADES SIGNIFICATIVAS
- Fomentan el mantenimiento de la identidad personal.
- Facilitan la toma de decisiones y la capacidad de elegir de las personas con demencia.
- Promueven y facilitan la participación de las personas, ya que perciben las actividades como algo propio a ellos, su cultura y sus costumbres.
- Se puede adaptar el entorno a las necesidades, gustos y preferencias de cada persona.
- Se realizan en entornos reales, usando los objetos de la vida real.
- No siempre es necesario usar el lenguaje verbal, ya que las personas pueden fácilmente actuar por imitación o de manera muy automática.
- Aunque las personas no realicen actividades directamente, se benefician de un entorno activo y con significado.
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