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Una representación del Ayuntamiento de Bilbao le ha hecho entrega en el Mercado de la Ribera de una carta firmada por el alcalde y de un obsequio.
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Nacida en el seno de una familia humilde, a los cinco años ya hacía recados en el Mercado a cambio de limosna. Con el tiempo, en 1950, comenzó a trabajar en el puesto de pescado de la familia de su marido, labor que llevó a cabo durante varias décadas. Hoy, es cuidada en la residencia IMQ Igurco Zorrozgoiti.
El Mercado de la Ribera, ubicado en pleno Casco Viejo de Bilbao, ha sido hoy testigo de un homenaje a una de sus protagonistas más destacadas: Aurora Cascón, pescatera del puesto 65 del mercado durante varias décadas y habitual de este establecimiento desde su más tierna infancia. Y el motivo no ha sido otro que la celebración de su centésimo cumpleaños.
Con tal motivo, Álvaro Pérez Alonso, concejal delegado del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, José Antonio Fernández Celada, director gerente de Bilbao Zerbitzuak, y Claudia Ortega, trabajadora social del Área de Acción Social, dependiente del negociado de asociaciones y personas mayores, han recibido en el propio mercado a Aurora Cascón y le han hecho entrega de una carta firmada por el Alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y de un obsequio, consistente en una Farola de Bilbao personalizada.
Aurora ha estado acompañada por su hijo, Félix Elola, y por varios profesionales de la residencia bilbaína en la que es cuidada actualmente, IMQ Igurco Zorrozgoiti, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, quienes le han regalado a Aurora una placa de una calle de Bilbao con su nombre.
Tal y como ha manifestado su hijo, «siento que, con todo lo duramente que ha trabajado mi madre, es un reconocimiento merecido y, al a vez, siento un agradecimiento total. Me hubiera gustado que hubiera podido disfrutar de este homenaje en un mejor estado cognitivo, para apreciarlo en toda su dimensión, pero estamos muy agradecidos. Es una suerte que la estén cuidando en IMQ Igurco Zorrozgoiti; no tenemos más que palabras de agradecimiento para todos».
Álvaro Pérez Alonso, concejal delegado del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao ha señalado que «Aurora es el vivo ejemplo de que nuestros mercados municipales están llenos de historias de mujeres y hombres que han trabajado por ofrecer los mejores productos a las vecinas y vecinos de la villa y a la clientela que llega de toda Bizkaia. Testimonios como el de Aurora nos impulsan a seguir trabajando por mantener vivos nuestros mercados, porque más allá de los productos que nos ofrecen, van forjando parte de la historia de la ciudad y las y los bilbaínos».
Asimismo, Yolanda Arteagoitia, directora de IMQ Igurco Zorrozgoiti ha destacado «Aurora es ejemplo del arrojo y coraje que han demostrado las mujeres de su época y que ha permitido que hoy podamos hablar de igualdad de mujeres y hombres. Aurora trabajó durante décadas en el Mercado de la Ribera, donde las historias sobre su fuerte personalidad en la defensa de sus intereses y lo que consideraba justo son conocidas. Tras su jubilación se trasladó a Villasana de Mena, donde disfrutó de un merecido retiro con su familia hasta que volvió a Bilbao, en concreto a nuestra residencia, IMQ Igurco Zorrozgoiti».
Semblanza
Aurora Cascón nació el 30 de octubre de 1923 en la calle Miribilla de Bilbao. Criada en el seno de una familia humilde, con seis hermanos y hermanas en total, su madre trabajaba en el puerto cargando carbón y su padre murió joven. Ella, con tan solo 5 años de edad bajaba al Mercado de la Ribera y hacía recados a la gente a cambio de una limosna. Apenas fue alfabetizada.
A pesar de las dificultades, Aurora seguía luchando y trabajando para labrarse un porvenir. Así, cuando conoció al que después se convertiría en su marido Ignacio Elola, que (trabajaba en la empresa de baldosas “La Bilbaína” (c/ La Concepción), empezó a colaborar con la madre de él, Eusebia Gorospe, que era la dueña del puesto de pescado número 65, ubicado en la planta baja del Mercado de la Ribera.
El buen hacer y capacidad de trabajo de Aurora Cascón siguieron notándose. Con el tiempo, sobre 1950, comenzó a trabajar en el puesto de pescado de la familia de su marido, labor que llevó a cabo durante varias décadas.
Como madre y mujer trabajadora, cada día se levantaba muy temprano y hacía el recorrido desde la calle en la que vivía, Ortiz de Zarate, pasando por Zabala, Cortes y bajando hasta llegar al Mercado de la Ribera.
Ella misma compraba el pescado a los mayoristas del mercado. Su hijo Félix rememora el frío que pasaba, el hielo, el olor fuerte a pescado... La recuerda como una mujer con mucho carácter «porque la vida le hizo ser así».
El propio Félix iba a ayudarla en fechas señaladas, como las de Navidad, cuando más clientes se acercaban al puesto a comprar.
Como su marido trabajaba en la empresa de baldosas, después de cerrar el puesto de pescado en el mercado, sobre las 14.00 horas, Aurora volvía a casa para preparar la comida y cuidar de su único hijo.
Con el tiempo, la familia compró una casita cerca de Villasana de Mena y su hijo iba allí a pasar los veranos con los cuatro nietos que llegaron a tener Aurora y su marido, Ignacio.
El marido de Aurora murió a los 90 años. A día de hoy, Aurora tiene un deterioro cognitivo que le impide recordar muchas de estas vivencias. No obstante, sigue siendo capaz de apreciar y disfrutar del cariño de sus seres queridos y de sus cuidadores.
Zorionak, Aurora!