- La certificación pone de manifiesto el equilibrio alcanzado en la residencia de Amorebieta en cuanto a seguridad clínica del residente y humanización de la asistencia y los cuidados a las personas mayores.
- La superación de la auditoria, certificada por AENOR, se ha hecho en contexto de pandemia, que ha obligado al centro a realizar profundos cambios en los meses precedentes.
La residencia sociosanitaria vizcaína IMQ Igurco Orue, ubicada en Amorebieta-Etxano, acaba de renovar, tras superar exitosamente la auditoria de AENOR, el certificado conforme con la Norma UNE 179003 de su sistema de gestión de riesgos para la seguridad del paciente.
La residencia se convirtió en 2018 en el primer centro de estas características en Euskadi capaz de obtener esta certificación. Ahora, en mitad del más importante reto de salud pública de las últimas décadas y tras las reformas profundas que se han debido adoptar en el centro para salvaguardar la seguridad de sus residentes frente a la COVID-19, ha cumplido exitosamente con los estándares de seguridad analizados por la auditoría de la entidad certificadora.
Tal y como destaca Iker Martín, responsable de Calidad de IMQ Igurco, “en el centro se han auditado los planes de intervención desarrollados para la prevención del contagio del SARS-CoV-2. También se ha analizado la modularización de la residencia en unidades convivenciales, para adaptar la misma a la situación de la pandemia e, igualmente, la asignación de sectores de la residencia para determinadas categorías de profesionales, como auxiliares y fisioterapeutas, con el fin también de reducir al máximo el riesgo de contagio”.
Por su parte, Mercedes de la Sota, directora de IMQ Igurco Orue, pone en valor el que “incluso en este contexto convulso, de pandemia originada por el coronavirus, los profesionales de IMQ Igurco Orue han redoblado su cercanía con los residentes. Las normas vigentes sobre restricciones a la movilidad y las visitas en los centros residenciales han sido compensadas por una total implicación de nuestros profesionales en la humanización de la asistencia y los cuidados. Ellos han paliado, día a día, esa reducción del trato directo con sus seres queridos y, una vez más, se puede decir que nuestros profesionales han sido y son una familia para nuestros residentes”.
La directora de IMQ Igurco Orue ha agradecido el trabajo conjunto de todos los profesionales para la renovación de la certificación de su sistema de gestión de riesgos para la seguridad del paciente. “Hemos sido capaces de implementar innovaciones en los procesos que han sido valorados muy positivamente en la auditoría”. Entre estos, ha enumerado la automatización de registros, implementados ya al 100 % mediante tabletas informáticas —que permiten a los profesionales disponer de más tiempo para atender a las personas usuarias, con un mayor grado de dedicación hacia ellos— y la cumplimentación de las incidencias en tiempo real.
Además, otro aspecto que aúna innovación tecnológica y humanización en la atención a las personas mayores es la implementación en el centro de la aplicación de IMQ Igurco denominada Residencias Transparentes. “Gracias a esta aplicación móvil, los familiares pueden ver a sus residentes mediante videoconferencia, así como disponer de toda la información sanitaria y no sanitaria de su familiar día a día, hora a hora. La aplicación comparte con la familia del residente la información que indican los distintos profesionales del centro, respecto a esa persona mayor; de esta forma, se facilita la comunicación del binomio familiar-residente. Se enseña lo que se hace y se comunica a las familias”.
Por último, Isabel Urrutia, responsable de Calidad y Seguridad del Paciente de Grupo IMQ explica que “la renovación de la certificación significa, para nuestros residentes y sus familias, mejoras en la gestión de la medicación; prevención, tratamiento y control de infecciones, caídas y úlceras por presión; extensión de los protocolos de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibriladores; contar con un sistema de identificación de pacientes; vigilancia de la nutrición de los residentes; formación activa de residentes, familiares y acompañantes; y, en el contexto actual de pandemia, la ratificación de que las medidas adoptadas en IMQ Igurco Orue para reducir el riesgo de contagio del SARS-CoV-2 han sido acertadas y son capaces de superar una auditoría tan exigente como ésta, llevada a cabo por una entidad externa del prestigio de AENOR”.
IMQ Igurco Orue dispone actualmente de un Mapa de Riesgos Clínicos, que integra diferentes dimensiones, todas ellas, recogidas en protocolos y procedimientos clínicos normalizados, y asociados a objetivos e indicadores que se controlan y miden periódicamente a través de un Cuadro de Mando Asistencial. A esto se han añadido recientemente los planes de intervención desarrollados respecto al funcionamiento en un contexto pandémico por COVID-19.