- IMQ Igurco Araba cuenta con 90 camas, 35 de ellas destinadas a pacientes crónicos y de cuidados paliativos, la única unidad de paliativos y crónicos de Vitoria/Gasteiz.
- Una de las razones por las que las autoridades eligieron este centro para la atención de pacientes mayores con coronavirus es que cuenta con servicios de medicina y enfermería las 24 horas del día, así como psicogeriatría, fisioterapia, trabajo social, terapia ocupacional, animación sociocultural y un extenso equipo de auxiliares de enfermería.
Tras la intervención efectuada por las autoridades sanitarias debido al estado de alarma, que supuso el que la residencia IMQ Igurco Araba fuera elegida para la atención de pacientes mayores alaveses con COVID-19, el centro de atención a mayores ubicado en la calle Álava de Vitoria-Gasteiz retoma la normalidad a partir de este martes.
Tras atender desde los últimos días del pasado mes de marzo a más de medio centenar de personas mayores con el SARS-CoV-2 apoyando a Osakidetza y la Diputación Foral de Álava, y habiendo sido dados de alta los últimos de estos pacientes, el centro ha sido cuidadosamente desinfectado durante este fin de semana, tanto en su exterior como su interior, incluyendo infraestructuras y equipamientos.
Santiago Canales, director general de IMQ Igurco, ha agradecido a toda la plantilla del centro su “enorme trabajo y compromiso, extraordinaria profesionalidad y su sobresaliente capacidad de adaptación para hacer frente, junto a los profesionales de Osakidetza, a unas circunstancias tan súbitas como exigentes en la práctica diaria. El principal valor que ha hecho posible el cambio de actividad en tan poco tiempo y la atención de excelencia que se ha dispensado a los pacientes, ha sido su profesionalidad y la estrecha colaboración con los excelentes profesionales de Osakidetza. Ahora, una vez superada con éxito esta difícil prueba, es el momento de volver a ofrecer a las personas mayores y las familias que confían en nosotros, los mejores cuidados; algo en lo que somos expertos”.
El director general de IMQ Igurco ha lamentado las molestias que la intervención del centro supuso “para muchos de nuestros residentes y sus familias, una decisión que fue adoptada por las administraciones públicas y en la que hemos colaborado y ayudado en todo lo que ha precisado nuestra ciudadanía”. Asimismo ha agradecido “la comprensión y las muestras de apoyo que han recibido los profesionales de la residencia, tanto de los propios familiares, como de personas anónimas. Este soporte emocional ha sido fundamental en los días más intensos de la pandemia”.
La plantilla de IMQ Igurco Araba está compuesta por 75 trabajadores, entre los que se encuentran profesionales de Medicina, Enfermería, Psicología, Fisioterapia, Trabajo Social, Terapia Ocupacional, Auxiliares de Enfermería y Animación Sociocultural, además de personal de administración y otros servicios.
Fueron varias las prestaciones de esta residencia que llevaron a las autoridades públicas a elegirla como el centro adecuado para la convalecencia de las personas mayores con COVID-19 de Álava. Entre éstas, se puede citar que dispone de servicio médico y de enfermería durante las 24 horas del día, cuenta con la única unidad de cuidados paliativos y crónicos de media y larga estancia existente en Vitoria-Gasteiz, y tiene capacidad hasta 90 camas, de las que 35 están ocupadas por pacientes paliativos y crónicos derivados de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud.
Proporciona también cuidados específicos a personas con un elevado nivel de dependencia de manera personalizada y dispone de plazas para atender a pacientes que se encuentran en periodo de convalecencia, es decir, plazas pensadas para personas que, tras el alta hospitalaria, aún precisen ayuda sanitaria específica (cuidados de enfermería, rehabilitación, supervisión médica, ayuda para movilizaciones, etc.) antes de poder regresar a su hogar en condiciones óptimas de autonomía. En la residencia también se alojan alaveses con plena autonomía funcional.