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Bilbao contará con nuevas plazas públicas para residencias de personas mayores en el centro de la villa

Sala de prensa - Residencias para mayores y centros de día
  • La residencia IMQ Igurco Alhóndiga, inaugurada la pasada primavera, ha recibido de la Diputación Foral de Bizkaia el visto bueno a la concertación de 16 plazas públicas en este dispositivo, el más moderno de Bilbao.

  • En previsión del interés que puedan generar estas nuevas plazas, la residencia ha previsto una jornada de puertas abiertas el 22 de octubre, a partir de las 17.30 horas. El centro de atención a personas mayores se ubica en la calle General Concha, número 20, de Bilbao.

El grupo sociosanitario IMQ Igurco ha recibido el visto bueno del departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia para la concertación de 16 plazas públicas en la residencia IMQ Igurco Alhóndiga, la más reciente de Bilbao, inaugurada la pasada primavera y ubicada en la calle General Concha, número 20.

De este modo, se dispone de una nueva oferta de plazas públicas para personas mayores el ensanche de Bilbao, un área con una demanda alta por su estructura poblacional. En previsión de las solicitudes para acceder a las mismas, el centro de atención a personas mayores ha programado una jornada de puertas abiertas, tanto para posibles usuarios como para familiares, el próximo 22 de octubre, a partir de las 17.30 horas, con asistencia libre y gratuita.

Para una amplia variedad de necesidades

Durante los seis primeros meses que el centro lleva abierto, según explica Janire Santamaría, directora de IMQ Igurco Alhóndiga, la respuesta de la población mayor del centro de Bilbao ha sido «muy favorable». La edad media de todas las personas atendidas ha sido de 85,3 años, «habiendo pasado personas de entre 55 y 102 años».

En cuanto al perfil de uso, además de las tradicionales estancias permanentes, en las que la persona mayor tiene su domicilio en la residencia, han destacado las estancias temporales, frecuentes en casos de descansos de cuidadores y también para recuperaciones, habitualmente, por convalecencias u hospitalizaciones prolongadas. Existen incluso casos en los que personas usuarias optan por estancias temporales intermitentes, de acuerdo con sus necesidades y deseos.

Dentro de las estancias permanentes, para la directora de IMQ Igurco Alhóndiga, su seña de identidad son las unidades convivenciales. «Este modelo de atención, que agrupa a un número reducido de personas en un espacio hogareño y personalizado dentro de la residencia, busca crear un ambiente más humano y familiar donde se les brinda apoyo y cuidados adaptados a sus necesidades y preferencias individuales. Estas unidades simulan un hogar, con áreas comunes como sala, cocina y comedor, facilitando la socialización, la autonomía y el mantenimiento de lazos sociales y familiares. Esto hace que las familias se sientan como en casa y también las personas residentes».

Las unidades convivenciales se distribuyen en plantas con salón, comedor y cocina abiertos tanto a residentes como a familias. «Se puede coger alimentos, preparar un café o participar en una conversación entrañable cualquier día. Es el detalle cotidiano el que marca la diferencia: aquí el espacio institucional deja paso al calor de un hogar», destaca Janire Santamaría.

En línea con lo anterior y de cara a favorecer la continuidad de la vida comunitaria de la persona mayor en su contexto habitual, se apuesta por la flexibilidad y la apertura: «aquí no hay horario de visitas. Los familiares pueden venir en cualquier momento, participar en el día a día y, junto a residentes y profesionales, compartir actividades y salidas. Todo fluye con horarios adaptados a las personas, no al revés. Es un centro en el que las normas se adaptan a la vida, no la vida a las normas».

La mayor parte de las habitaciones de la residencia IMQ Igurco Alhóndiga son individuales, permitiendo que cada persona o familia la adapte a su gusto: se pueden cambiar algunos muebles, elegir colchas, decorar con fotos, cuadros y flores, etcétera. «Queremos que cada habitación sea la continuación de la historia de quien la habita», apunta la directora.

Y en cuanto a las actividades de animación sociocultural que se organizan para las personas mayores del centro, la personalización y la variedad son dos aspectos clave. «Organizamos salidas al barrio, excursiones a la Alhóndiga y al parque Doña Casilda, y actividades pensadas siempre para el disfrute y la vinculación con la comunidad. El taller semanal de repostería, donde participan familias, es un éxito rotundo, al igual que actividades como las clases de bailes caribeños. Eso sí, el calendario es flexible y abierto a las propuestas de los propios residentes, porque queremos que sientan el centro como suyo».

Combinando un rato personal y las nuevas tecnologías

Al tratarse de un centro pequeño, con 79 plazas distribuidas en 59 habitaciones individuales y 10 dobles, el contacto que se tiene con las familias es prácticamente diario. Además, el hecho de no tener horario de visita permite que las familias, cuando acuden a la residencia, puedan estar con los profesionales y hablar con ellos.

Los familiares también cuentan con el apoyo de las nuevas tecnologías, gracias a la aplicación ‘Residencias Transparentes’, una plataforma digital donde se pueden seguir los avances y estado del familiar. «Uniendo ambas sinergias, cercanía humana y herramientas digitales, hemos conseguido crear un círculo estrecho entre equipo, residentes y entorno familiar», concluye la directora de IMQ Igurco Alhóndiga.