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Alumnado del Ciclo Superior de Técnico en Acondicionamiento Físico del Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia desarrollan un proyecto para la mejora funcional de las personas mayores de esta residencia y centro de día forales.
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En el proyecto se trabajan aspectos como la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación motora, con el fin de mantener la autonomía personal
hogar.
La residencia y centro de día IMQ Igurco Bilbozar, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia, ha firmado recientemente un convenio de colaboración con el Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia, cooperativa educativa orientada hacia la promoción de la formación profesional en euskera y el impulso de empresas de economía social. Ambas entidades tienen su sede en el barrio de Bilbao La Vieja.
El objetivo del convenio es mantener y mejorar la capacidad funcional de las personas mayores, como un aspecto esencial para la realización de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Para la concreción de esta meta, ambas entidades han puesto en marcha un proyecto colaborativo, intergeneracional y comunitario para el fomento del envejecimiento saludable.
Así, en el proyecto participan personas mayores y varios profesionales de IMQ Igurco Bilbozar, y alumnado del Ciclo Superior de Técnico de Acondicionamiento Físico del Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia.
Para alcanzar el citado objetivo relativo al mantenimiento de la capacidad funcional, las personas usuarias de IMQ Igurco Bilbozar han realizado dos sesiones semanales de ejercicio físico multicomponente durante dos meses, guiados por el alumnado del Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia.
Durante las dos primeras sesiones, los alumnos y alumnas expusieron en el centro de día IMQ Igurco Bilbozar el contenido y la metodología de este proyecto, a la vez que se fomentó la generación de vínculos y confianza con las personas usuarias para mejorar el cumplimiento y reducir el abandono en la fase de intervención.
En una segunda fase, las personas usuarias de IMQ Igurco Bilbozar se desplazaron a las instalaciones del edificio Harrobia, para realizar sesiones de desarrollo de la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación motora. Todo ello, con el objeto de establecer un hábito saludable y concienciar a las personas mayores de la importancia de mantener una vida físicamente activa.
La última parte del proyecto se realizó en el Parque Biosaludable de la plaza Corazón de María, en Bilbao, donde se combinaron ejercicios para la estimulación de las capacidades cognitivas, la orientación espacial y la actividad física.
Como conclusión, y tal y como valoran los responsables del proyecto, tras estos dos meses de trabajo conjunto, tanto el alumnado como las personas usuarias del centro de día refieren su satisfacción y predisposición a seguir participando en proyectos de temática y ejecución similar.
Tal y como declara Raúl Sánchez, profesor e investigador de Formación Profesional en la familia docente de Actividades Físicas y Deporte del Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia, «este proyecto nos da la oportunidad de que el alumnado adquiera valores educativos importantes como la inclusión de la actividad física con diferentes colectivos de personas, en este caso con personas mayores, y de que nuestro alumnado vaya poniendo en práctica habilidades sociales y de comunicación tan importantes como la escucha empática. Ellos han conocido la realidad de un colectivo de personas que, gracias a su larga experiencia vital, les han transmitido grandes lecciones de vida. Algo que, de otra manera, quizás no tendrían la oportunidad de escuchar».
Sánchez también valora que, por otro lado, estas experiencias intergeneracionales «les aportan un punto de vista muy valioso sobre lo que el ejercicio físico puede hacer por mejorar la calidad de vida de las personas, poniendo de relieve el valor de lo que estudian y lo que pueden aportar a la sociedad, viendo de primera mano y mediante test cómo las personas mayores que han participado en este proyecto han mejorado su calidad de vida, tanto desde un punto físico como emocional».
Por su parte, David Estallo, fisioterapeuta de IMQ Igurco Bilbozar, pone de manifiesto que «esta iniciativa tiene efectos beneficiosos a nivel funcional y emocional. En cuanto al primero, supone una actividad en la que se trabaja directamente la capacidad física (fuerza, equilibrio y coordinación) y en la que participan personas mayores cuya tendencia, a día de hoy, es el sedentarismo y la reducción de la actividad física al mínimo. De esta manera, rompen esta dinámica y tienen la opción de poder seguir con una tendencia de vida activa, basándose en los ejercicios que han estado realizando con los alumnos y alumnas del Centro Integrado de Formación Profesional Harrobia».
En referencia al beneficio emocional, «se trata de una actividad intergeneracional en la que se mezclan edad y experiencia con juventud y energía. Además, es una actividad que se realiza fuera del centro, rompiendo la rutina diaria, conociendo gente nueva e incluso relacionándose más entre las propias personas mayores usuarias del centro de día. También supone un elemento de superación personal, donde las personas participantes pueden acercase a la autorrealización personal, obteniendo un sentido de eficacia que les aleja del sentimiento de dependencia que puedan presentar».