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Elena Beristain, nueva directora del hospital de cuidados y residencia IMQ Igurco Araba, de Vitoria-Gasteiz

Sala de prensa - Residencias para mayores y centros de día
  • Anteriormente, ha dirigido varios centros residenciales en Gipuzkoa y un centro de rehabilitación psicosocial de personas con enfermedad mental.
  • Máster en Discapacidad, dependencia y promoción de la autonomía personal, es la primera trabajadora social que dirige una residencia del grupo sociosanitario vasco.

 

Elena Beristain, trabajadora social y máster en Discapacidad, dependencia y promoción de la autonomía personal, es la nueva directora del hospital de cuidados y residencia IMQ Igurco Araba, de Vitoria-Gasteiz. Nacida en la localidad guipuzcoana de Zarautz en 1973, asume el cargo después de que este centro asistencial vitoriano haya retomado su actividad habitual tras una intensa labor que le colocó como una de las piezas claves en la atención a personas mayores con COVID-19 de Araba/Álava, labor que se llevó a cabo en colaboración con Osakidetza y la Diputación Foral de Álava.

La nueva directora, además de ejercer durante varios años el trabajo social en el sector de la atención a las personas mayores, ha dirigido anteriormente varios centros residenciales en Gipuzkoa y un centro de rehabilitación psicosocial de personas con enfermedad mental, por lo que cuenta con una dilatada experiencia en la gestión y la administración de dispositivos asistenciales.

Tal y como ha manifestado, en relación a sus objetivos de cara a su nuevo cargo en la residencia, “con el apoyo del equipo de profesionales que trabajan en el hospital de cuidados y residencia IMQ Igurco Araba, deseo continuar ofreciendo una amplia diversidad de servicios de atención especializada a personas mayores, con respuestas adaptadas y personalizadas para cada necesidad en concreto”.

La nueva directora ha valorado positivamente el contar “con un equipo de profesionales de primer nivel” y ha declarado su apuesta para que “la ética y la calidez humana sigan estando presentes en todos y cada uno de nuestros servicios y actuaciones”.

También se ha felicitado por la “tecnología de vanguardia y moderno equipamiento” de que goza la residencia y hospital de cuidados de IMQ Igurco en la capital alavesa, “una dotación que nos permite garantizar los más altos estándares de calidad y confort para nuestros mayores en las distintas situaciones y fases vitales en las que se puedan encontrar. Todo ello, sin olvidar la apuesta por la innovación en la atención a las personas mayores, que es una seña de identidad de IMQ Igurco”.

Por último, Elena Beristain ha expresado su ilusión por incorporarse “a un grupo de prestigio como IMQ Igurco, con un alto reconocimiento en el sector por sus servicios avanzados, innovación, liderazgo y apuesta por la Geriatría, es decir, por los especialistas en personas mayores. Esto permite poner a cada persona mayor en el centro del proceso asistencial, atendiendo sus distintas y complejas necesidades de una forma global”.

IMQ Igurco Araba

La plantilla de IMQ Igurco Araba está compuesta por 75 trabajadores, entre los que se encuentran profesionales de Medicina, Enfermería, Psicología, Fisioterapia, Trabajo Social, Terapia Ocupacional, Auxiliares de Enfermería y Animación Sociocultural, además de personal de administración y otros servicios.

Dispone de servicio médico y de enfermería durante las 24 horas del día, cuenta con la única unidad de cuidados paliativos y crónicos de media y larga estancia existente en Vitoria-Gasteiz, y tiene capacidad hasta 90 camas, de las que 35 están ocupadas por pacientes paliativos y crónicos derivados de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud.

IMQ Igurco Araba proporciona también cuidados específicos a personas con un elevado nivel de dependencia de manera personalizada y dispone de plazas para atender a pacientes que se encuentran en periodo de convalecencia, es decir, plazas pensadas para personas que, tras el alta hospitalaria, aún precisen ayuda sanitaria específica (cuidados de enfermería, rehabilitación, supervisión médica, ayuda para movilizaciones, etc.) antes de poder regresar a su hogar en condiciones óptimas de autonomía. En la residencia también se alojan alaveses con plena autonomía funcional.